El criado contestó:

—En este pueblo vive un hombre de Dios que es muy respetado. Todo lo que dice se cumple sin falta. ¿Por qué no vamos allá? A lo mejor nos indica el camino que debemos seguir.

—Pero si vamos, ¿qué le podemos llevar? —preguntó Saúl—. En las alforjas no nos queda nada de comer ni tenemos ningún regalo que ofrecerle al hombre de Dios. ¡Qué tenemos!

—Aquí tengo un cuarto de siclo[a] de plata —respondió el criado—. Se los puedo dar al hombre de Dios para que nos indique el camino.

Read full chapter

Footnotes

  1. 9:8 Es decir, aprox. 3 g.

Bible Gateway Recommends